jueves, 23 de junio de 2011

The honey in your meat,
The man in your meal

domingo, 29 de mayo de 2011

El madre


Romilda se puso detrás de Fernando para acomodar cosas en un placard exactamente al mismo tiempo que empezó a chatear con la hermana de un amigo. Sus tentáculos viajaban entre los objetos y se producían distintos siseos en relación a si los objetos encontraban (o no) su lugar dentro del armario.

-HOLA

-hola

-COMO ESTAS???

-bien, vos?

-Aca con mi hno, te manda sludos

-ok ok

-COMO ESTAS??? :p.

-aca, comiendo una tarta q compre…vos?

La madre bufa, y relame. Los libros parecen querer escaparse de sus pedipalpos, y agita sus uñas en un scratch y scratch continuo mientras la barba va barriendo el polvo de los cacharros.

-YO NO ESTOY COMIENDO JJAJSAJSJAJSJAS

Sucede una pausa en la que latas de metal caen al suelo.

-q andas haciendo?

-YO……HABLANDO CON VOS XD

Pausa.

-.ehhh, estaba biendo si salia con mis amigas hoy…vs?

-Ni en pedo salgo.

-Por???

-Esta nublado

-L

Trata de recordar que esta buenísima, y que su amigo no le importa. Que hace mucho que no pasa nada y que necesita reafirmar algo.

-Salí vos

-Con vos?, jasjasjajsajsjajs

Las grietas en la madera arman una protesta, crujen la desatención humana y la atención del madre. El madre, inmune, sigue resongando, y rasgando los trapos por las superficies. Chocan distintos materiales entre las paredes.

-No

Empieza a reconsiderar la facilidad de las cosas.

-Q te pasa?

-nada

-Tas enojado commigo?

-no

-tons?

En este breve tiempo que se produce entre la pregunta y su respuesta, los pasos a chancleta arrastrada del madre pisoteaban sus nervios.

-Soy asi

-ufa

-Como se siente tener 23 años?

-Como una vieja chota jasjajsajsja, ayer estuvieron todos, preguntaron por vos…..Hubo torta baile, besos y ACOHOL!

-q bueno

-AH RE

Ahora mismo Fernando esta intentando hacer un agujero con sus dedos en el teclado, el madre ni siquiera lo nota, nadie lo nota. No sabe si se pregunta algo, y mientras trata de pedir auxilio, solo escucha los “pssss” del madre, que decide sacar las cortinas de la ventana para limpiarlas. Adentro suyo, algo camina, abre la puerta y se va.

lunes, 25 de abril de 2011

23

Puedo acariciar las hojas con solo mirarlas
pero no puedo tirarme a la pileta
yo, con mis 23 años me pregunto
¿Qué sabor tiene la juventud?

sábado, 18 de diciembre de 2010

La Violencia

Abriéndose camino entre codazos y mamporros. Atrás se baten en duelo a facón limpio. Adelante una vieja muerde a un conductor y un conductor pisa una vieja. Él grita: “Parada!”. “Te la dejé en el culo”, responden. Al cuete tanta cordialidad, tanto estamento. Dos patadas certeras y un poco de furia bien dirigida, rompe unas tablas y ya está. Afuera. Rueda que te rueda contra la esquina, sabe que cuando se baja los de arriba escupen. Incorporándose del frío y liso empedrado, distingue la síntesis de la carroza alejándose por allá, donde la calle se desvanece. Subidas las solapas de la camisa, camina unas cuadras en forma discreta y directa. No quiere llamar la atención, los tropeles de indigentes supurando puñetazos, de putas exclamando injurias, de monjes espetando normas, de adictos pariendo karmas, de mediocres vomitando indiferencia, se veían perfectamente tranquilos desde afuera. Redobla el andar. Pasan los postes y repentinamente un coche bomba que se adelanta a su paso busca un pórtico muy bien ubicado contra el cual explotar. Llega a la casa de Rosa, toca dos veces el timbre y mira con ojos paranoicos el aire mismo que lo rodea. El velo de nubes se corre, y la luna, un poco venida a menos, proyecta delgados hilos blancos sobre los techos y los ranchos, las calles y los humanos. Antes de que acaricien el pelo de Venancio, la puerta se abre.

-Hola, Madre- Y entra.

Adentro todo es fuego, calor, luz, confort y hogar.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Sin Tésis

Me siento en tu silla, me invitás a hablar y te converso. Pienso lo que pienso como soy. Soy sólo uno de tus versos.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Café Stout


Optimismo estúpido, cierto e impotente. Después van a llegar otros momentos, momentos de bien . Esos momentos de sentirse ok, 0 km y todo. Pero ahora no, no van a venir. Y aún con los brazos cruzados y la cabeza parca, no hay trizteza. Eso es para ciaturas más nobles y desgraciadas que yo. Y si,... agredir duele, pero duele más no agredir cuando se debe. Ahora la aguja del reloj inyecta su ponzoña. Pero no hay nostalgia, el pasado pasó y el detergente no limpia la herida
En momentos como este, entro en el mismo café, donde estoy sentando bajo una luz tenue. Con un aire tóxico que exalo, con unas porquerías sobre la mesa que me distraen del agujero, amarillo febril, me entrego a saber que nadie en este mundo esta conmigo, que nadie quiere estarlo. Me entrego también, a que estoy mal con eso y eso es así. No me vienen a la mente los otros momentos, los momentos de soledad bienvenida. Solo está esta mesa, este espejo y estos cuadros. El drama ya no son las volutas de humo, ahora el problema es serio. Ahora la cosa existe, se la puede diagnosticar, se la puede herir, se la puede sufrir . A mi izquierda, el platito éste es más pesado que nunca. . sobre su porcelana, las larvas ocres, duras y saladas, juegan con mi mano, en sucia ansiedad. A mi derecha la bebida, la distracción, el soma, denso, y su limbo. El pianito redobla la queja fúnebre de los liros acariciando el cristal. Miro por la ventana y no hay un afuera, solo vidrios pintados de azul ultramar. . ¿Puedo decir que soy bueno? Bueno y todo mira cuanto daño te hice. ¿Puedo decir que soy sensible? Sensible y todo, tardé una hora y media en darme cuenta.

martes, 2 de noviembre de 2010

Gorda, desinflate


Estas ahí sentada como si fuera gratis. Te comés las uñas de pies a cabeza y seguis con el que sigue. Cuándo vas a abandonar tu corona, mover tu cuerpo de morza y comerte una buena vida? Si te viera tu tío, diría que te enchufaron un clefable en el ojete. Diría que el bronceado te quemó los nervios, y que solo reaccionas cuando tu gula lo manda. Sos capas de estar rotundos días cómoda con el control del mundo en la mano, filosofando sobre la metafísica del dedo pulgar y estresándote por el calendario anecdótico. Hay otra cosa ahí. Ahi, donde tu dedo no llega.